2 de febrero de 2016
La división de piensos de CAG convocó a los productores de conejos a esta jornada. El responsable de Alimentación Animal, Vicenç Brieba, estaba acompañado del Dtor. de Producción Josep Ribó, el Dtor. de Nutrición: Armando Pérez, así como responsables de los servicios técnicos Manel Martí, Antoni Guasch, Ramón Porta y sus colaboradores en cunicultura Francesc Sendrós, Marcel Morales y el recientemente incorporado Enrique Chinarro, además de Cai Gómez, promotor de ventas. Hubo buena asistencia; en número y en inquietudes, me pareció.
J. Ribot introdujo la Jornada, explicando que la producción de piensos para conejos es algo más del 3 %, de los 1,2 millones de toneladas que CAG fabrica en sus diversas factorías. Estos últimos años sus ventas han disminuido. Manifestó el interés de CAG en fabricar piensos orientados a costes; para ello disponen de la fábrica de Bujaraloz, que suministra alfalfa y otras fuentes fibra a las factorías. El equipo que dirige A. Pérez trabaja también en ese sentido; finalmente, la gran cantidad, en número y en toneladas, de materias primas que se manejan en CAG, les permite ser eficientes en costes.
F, Sendrós dijo que “CAG cree en la cunicultura”. Hizo un breve análisis de la situación actual, y de cómo se ha llegado, en especial desde 2007; de las 4690 explotaciones de aquel año, en 2015 quedaban 2307 granjas. Y en apariencia sigue sobrando el 15 % de la carne de conejo producida, en relación con el autoabastecimiento nacional; fue la primera mención en el transcurso de la jornada a ese punto crítico. Sendrós hizo una clasificación de granjas que son clientes suyos, en explotaciones viables técnicamente, económicamente y en el ámbito personal. Dijo que hay granjas donde la gestión y el manejo deben cambiar y finalmente, explotaciones no
viables; por ejemplo, por la edad de los productores, por sus costes y solvencia, más las instalaciones y su manejo. Este último grupo supone en su opinión, más del 50% de las granjas.
E. Chinarro se refirió a esos costes, poniendo 3 ejemplos con índices de conversión muy diferentes: 3,2-3,8 y 4,3, y costes totales de 1,47 euros /kg peso vivo, 1,65 € y 1,87 €, respectivamente. Chinarro planteó la necesidad de aplicar mejoras en las explotaciones, aportando soluciones mediante el servicio técnico, a través de una propuesta novedosa: la instauración de un “Grupo CAG-Conejo”
M. Morales matizó cómo creen en CAG que debe ser la apuesta de futuro, mediante la incorporación de perspectiva empresarial, identificando la situación de cada granja y marcando objetivos (eficiencia de los reproductores, manejo óptimo y control sanitario)
Vicenç Brieba, Dtor. de Alimentación Animal de CAG, con una diapositiva donde mostraba la producción de carne de conejo y el excedente (15 %), como una de las causas del hundimiento de precios en lonjas.
Acerca de la pregunta: “¿qué podemos hacer?”, V. Brieba resumió 3 puntos clave (1) “necesitamos saber dónde estamos; creemos que la evaluación de datos de granjas, con el apoyo de los técnicos de CAG puede ser interesante”, (2) “¿dónde iremos?”; “las soluciones no pasan por las lonjas”, dijo. “¿Tal vez sea necesario diferenciar canales por pesos?” (3) “El saber” (perdón “conocimiento”), “marcará las estrategias de futuro, para decidir si cierro, arranco o acelero”; “hemos visto crisis más graves que esta” (por ejemplo, año 2000, dioxinas). “Les ofrecemos lo que tenemos en CAG; a partir de aquí, hablemos y trabajemos; estudiando y analizando los datos”, apostilló.
Al finalizar la jornada me acerqué a los organizadores, para felicitarles por su valentía. Aunque aparentemente no hubo conclusiones, ese encuentro me pareció que podía ser el inicio…o la continuación de algo; tal vez la búsqueda del Norte. En mi opinión, CAG aplicó una premisa esencial para quienes damos servicio a los productores: “cuando hay que estar, hay que estar”.