Cambrils, 25 y 26 de noviembre de 2023 | Juan Rosell
La Federación de Asociaciones de Cunicultores de Catalunya/ FACC celebra a finales de cada año un encuentro (trobada) de los profesionales relacionados con la producción comercial de conejos. Es una convocatoria para integrantes de un subsector ganadero con poco peso específico, “pero vivo y con ganas de vivir”, como decía el amigo Josep Terrades.
Asistieron casi 100 personas, incluyendo algunos acompañantes. Hubo sobretodo cunicultores, pero también proveedores de conejos selectos y semen, fabricantes de alojamientos, laboratorios de análisis veterinarios, productores y distribuidores de zoosanitarios, fabricantes y proveedores de piensos, mataderos y elaboradores, veterinarios, técnicos de granjas, de la interprofesional (INTERCUN) y de Administraciones Públicas, como Joan Gòdia, Elisenda Guillaumes y Montserrat Álamos del DACC. Todos estamos involucrados en un proyecto común: la Cunicultura.
En esta reunión, hubo dos aspectos clave. El primero, fue el encuentro de personas, muy útil, porque se tardaría semanas en verlas de forma individual. El segundo objetivo fue la información. La formación continuada no es algo a elegir; es imprescindible en nuestra sociedad. Muchas personas creemos en el progreso a través del conocimiento y hacemos de ello una parte o toda nuestra razón de ser; de forma especial los profesionales de diversos centros educativos, universitarios o de investigación.
Asistí a la Trobada el domingo por la mañana. La sesión estuvo dedicada al servicio veterinario. Desde 2020 ha habido un incremento de normas nacionales; por ejemplo, acerca del bienestar animal o relativas a los veterinarios de explotación (RD 364/23). Estas se suman a normas autonómicas vigentes; por ejemplo, el Decreto de ordenación 40/2014 en Cataluña.
La FACC es una Agrupación de Defensa Sanitaria. Está gestionada por una comisión, al frente de la cual está una cunicultora: Gemma Barrobés, con la ayuda de Montse, la secretaria. Los socios de FACC disponen de dos veterinarios: Jordina Casas y Ricard Garriga (en la imagen).
Hubo un apartado destacado en relación con las normativas; es un aspecto de la producción de conejos y de otros subsectores primarios (agricultura y ganadería), muy exigente; con la salud de los consumidores no se juega, claro es.
Hice una intervención a este respecto, indicando que la problemática de resistencias a antimicrobianos, derivada del uso en producción de vegetales, en medicina humana y animal, es un tema muy serio. Si usted tiene interés en este tema, también puede consultar mis notas al Congreso Mundial de 2021 en NANTES («The rabbit farming in the post-antibiotic era: a challenge that can be won?», (world-rabbitscience.com)). Hace casi 50 años, un querido profesor de la facultad de León, Don Eduardo Zorita, nos decía a los estudiantes “a ver qué hacéis durante el día en las granjas, que para cenar tendréis cuchillo y tenedor”. Fue un mensaje efectivo, creo yo.
El domingo probablemente no rematé mis palabras como debía: en efecto, la normativa es ineludible, pero la calidad de la carne de conejo no se consigue con controles, sino con el trabajo día a día de muchas personas, de forma destacada los cunicultores.
¡Gracias y Salud en 2024!
Juan Rosell, Tarragona, día de San Andrés 2023